RESUMEN: HÁBITO 8


Pero, mientras has estado navegando, con propósito o sin él, por el océano de la vida, tu mente ha reunido mucha basura que le pesa y obstaculiza tu pensamiento.
Un día un niño anuncia que quiere ser maquinista de trenes. Una semana después decide ser astronauta. Luego le da por ser soldado. Más tarde estrella del rock, granjero, pintor, futbolista… A medida que un niño comprueba esos sueños, durante un tiempo algunos establecen una cabeza de playa emocional en su vida y otros no. Los niños contemplan el amplio horizonte. Los adultos creen que ven mejor, pero no se dan cuenta de que su equipaje les tapa la vista.
Tu mente es un instrumento increíble. Tu objetivo es desbloquear su potencial para pensar más en grande. 
Pasa de la coherencia, porque esta impone una estrechez intelectual equivalente a las espantosas ataduras que los aristócratas chinos solían aplicar a los pies de las niñas ricas. Esto puede alterar sutil o profundamente lo que le pides a la vida. Y cuando esto sucede, debes estar dispuesto a cambiar. Por ejemplo, puedes descubrir que ya no deseas escalar por la escalera corporativa porque quieres disponer de más tiempo. O que ya no quieres pasar todo el tiempo entrenándote para hacer triatlones porque has descubierto la lectura y la fotografía. Acéptalo.
Cuando te enfrentes a un problema irresoluble o necesites una perspectiva nueva, plantéate estas herramientas. En primer lugar, sé otra persona. Pregúntate cómo abordaría esa situación una persona a la que admires (o incluso alguien que te caiga mal). En mi caso, yo finjo ser una persona sabia para liberarme de buena parte de mi propio equipaje. En segundo lugar, vete a otro lugar. Cuanto mayor sea la distancia imaginada entre una idea y tú, más probable es que seas capaz de evaluarla de manera crítica.
La relación entre la distancia y el pensamiento más osado, más conceptual, también se manifiesta de otras maneras. Por ejemplo, en el idioma. Pensarás más conceptualmente si lo haces en un idioma que no sea el tuyo materno. Por último, trata tus opiniones como amigos interesados. Tus mejores opiniones son aquellas por las que sientes menos apego. Si no te importa descartar tus opiniones, cuando salgan a la luz nuevos datos, estarás preparado para cambiar y tu pensamiento estará siempre en la mejor forma. Pero si tus opiniones son demasiado importantes para tu sentido de ti mismo como para atreverte a cambiarlas, entonces es posible que no aprendas muchas cosas nuevas. En un mundo que cambia tan rápidamente como el nuestro, esta actitud es perjudicial.

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